Se refiere a un amplio rango de síntomas que ocurren después de suspender o reducir drásticamente el uso de drogas opiáceas, después de un consumo intenso y prolongado (durante varias semanas o más).
Las drogas opiáceas abarcan heroína, morfina, codeína, Oxycontin, Dilaudid, metadona y otras.
Abstinencia de opioides; Enfermedad de las drogas
Se cree que alrededor del 9% de la población hace uso indebido de los opiáceos en el curso de la vida, entre ellos, drogas ilícitas, como la heroína, y medicamentos que necesitan receta para el dolor, como Oxycontin.
Estas drogas pueden causar dependencia física, lo que significa que la persona confía en la droga para prevenir los síntomas de la abstinencia. Con el tiempo, se necesitan cantidades mayores de la droga para producir el mismo efecto.
El tiempo que toma llegar a ser físicamente dependiente varía con cada individuo.
Cuando la persona deja de tomar las drogas, el cuerpo necesita tiempo para recuperarse y entonces se presentan los síntomas de abstinencia. La abstinencia de los opiáceos puede ocurrir en cualquier momento en que se interrumpa o se reduzca cualquier consumo crónico.
Algunas personas incluso experimentan abstinencia de los opiáceos después de darles tales medicamentos para el dolor mientras están en el hospital sin darse cuenta de lo que les está sucediendo. Ellos piensan que tienen gripe y, dado que no saben que los opiáceos resolverían el problema, no sienten deseo vehemente por la droga.
Los síntomas iniciales de la abstinencia comprenden:
Los síntomas tardíos de la abstinencia comprenden
El médico con frecuencia puede diagnosticar la abstinencia de opiáceos después de llevar a cabo un examen físico y hacer preguntas acerca de la historia clínica y el consumo de drogas.
Los exámenes de orina o de sangre para detectar drogas pueden confirmar el consumo de opiáceos.
El tratamiento para la abstinencia incluye psicoterapia de apoyo y medicamentos. El medicamento que se usa con más frecuencia, clonidina, reduce principalmente la ansiedad, la agitación, los dolores musculares, la sudoración y la rinorrea y los calambres.
Otros medicamentos pueden tratar el vómito o la diarrea.
Se ha demostrado que la buprenorfina (Subutex) funciona mejor que otros medicamentos para el tratamiento de la abstinencia de opiáceos y puede acortar la duración de la desintoxicación. También se puede emplear para tratamiento prolongado, como se usa la metadona.
Las personas que se abstienen de consumir metadona pueden ser puestas en un tratamiento a largo plazo, lo cual implica reducir lentamente la dosis de esta droga con el tiempo. Esto ayuda a reducir la intensidad de los síntomas de abstinencia.
Algunos programas de tratamiento farmacológico han publicitado ampliamente tratamientos para la abstinencia de opiáceos denominados desintoxicación bajo anestesia o desintoxicación rápida de los opiáceos. Dichos programas consisten en que a usted lo anestesian y le inyectan grandes dosis de bloqueadores opiáceos, con la esperanza de que esto acelere el retorno a una función normal del sistema de opioides.
No existen datos científicos de que estos programas realmente reduzcan el tiempo empleado en la abstinencia. En algunos casos, pueden reducir la intensidad de los síntomas; sin embargo, se han presentado varias muertes asociadas con los procedimientos, particularmente cuando se realizan fuera de un hospital.
Debido a que la abstinencia de opiáceos produce vómitos y a su vez el vómito durante la anestesia aumenta enormemente el riesgo de muerte, muchos especialistas creen que los riesgos de este procedimiento exceden considerablemente los beneficios potenciales (y no comprobados).
Los grupos de apoyo, como Narcóticos Anónimos (Narcotics Anonymous) y SMART Recovery, pueden ser de gran ayuda para las personas adictas a los opiáceos.
La abstinencia de opiáceos es dolorosa, pero por lo general no es potencialmente mortal.
Las complicaciones abarcan vómito e inhalación de los contenidos del estómago hacia los pulmones. Esto se denomina aspiración y puede causar infección pulmonar. El vómito y la diarrea pueden causar deshidratación y perturbaciones en los minerales y químicos del cuerpo (electrolitos).
La complicación mayor es el retorno al consumo de drogas. La mayoría de las muertes causadas por sobredosis de opiáceos se presentan en personas que han experimentado abstinencia o desintoxicación reciente. Debido a que la abstinencia reduce la tolerancia a la droga, aquellas personas que acaban de pasar por una abstinencia pueden experimentar sobredosis con una dosis mucho más pequeña de la que solían consumir.
El tratamiento a largo plazo es recomendado para la mayoría de las personas después de la abstinencia. Esto puede abarcar grupos de autoayuda como Narcóticos Anónimos (Narcotics Anonymous) o SMART Recovery, al igual que asesoramiento ambulatorio, tratamiento ambulatorio intensivo (hospitalización durante el día) o tratamiento como paciente interno.
Las personas que están experimentando abstinencia de opiáceos deben ser evaluadas en relación con la depresión y otras enfermedades mentales. El tratamiento adecuado de dichos trastornos puede reducir el riesgo de reincidencia. Los medicamentos antidepresivos no deben ser suspendidos bajo el supuesto de que la depresión se relaciona únicamente con la abstinencia y no con una afección preexistente.
Los objetivos del tratamiento se deben discutir con el paciente y las recomendaciones en cuanto a cuidados se deben hacer según corresponda. Si una persona continúa con abstinencia en forma repetitiva, se recomienda enfáticamente el tratamiento con metadona.
Consulte con el médico si está consumiendo o absteniéndose de los opiáceos.
Doyon S. Opiods. In: Tintinalli JE, Kelen GD, Stapczynski JS, Ma OJ, Cline DM, eds. Emergency Medicine: A Comprehensive Study Guide. 6th ed. New York, NY: McGraw-Hill; 2004:chap 167.